Desde hace años, sabes que mi afición por la decoración me llevó a comprar y comprar compulsivamente revistas de decoración, y sigo..., aunque en menor medida, porque mis ansias de cotillear casas o encontrar ideas, se ven saciadas por la blogosfera. Mi bolsillo lo agradece, claro está.
Pero siempre he sido fiel a ti, Habitania.
Llevo comprandote años, creo que desde tus primeros números.
Eres la única revista que guardo, no he tirado ninguna.
Eres la única revista de decoración que pueden disfrutar mis clientes.
Me encantabas por tu estilo bohemio, desenfadado, incluso hippy, que plasmaban aquellas casas que siempre sobresalían por su originalidad, por su mezcla de estilos.
Pero nuestra unión ha terminado, lo siento Habitania, me divorcio.
Y es que ya no me gustas, has pasado de un estilo muy personal, a ser como otras, te dedicas demasiado al diseño de interiores, y no es que me disguste, es que para eso ya teníamos en el mercado otras.
Y para colmo este mes, veo en portada, algo así como "Una casa en Ibiza", y pienso, venga comprala, igual han metido algo como lo de antes, y llego a casa ansiosa, me siento en la cocina, y aparece una casa, que yo no digo que no sea original, con paredes de chapa en un color verde agua, con una decoración para nada acorde con la isla....
Vamos que se acabó, que tu te quedas en el kiosco y yo buscaré una nueva revista que tenga tu sabor original.