Cansada de montar una árbol tremendo de casi dos metros, ramita por ramita, para luego volver a desmontarle, yo solita....este año me he negado.
Y pese a las protestas de mis hijas (mi chico calladito por si acaso...) me decidí a hacer mi propio árbol, inspirandome en ideas que había visto por los blogs.
Compré madera, pintura, brochas... y "et voilá"!!! superfácil!!
Las niñas están contentas, a mi marido le encantó y a mí también.
¡Llegó la Navidad!