Eso es lo que me ha sugerido este piso que os enseño hoy.
Es una mezcla perfecta entre lo antiguo, con sus techos altísimos y decorados con estuco, con piezas clásicas como los espejos dorados, y lo moderno, con un mobiliario y una decoración pura y minimalista.
Es una mezcla perfecta y equilibrada, porque no existen excesos de ninguno de los dos estilos, conviviendo ambos en un espacio amplio y luminoso.
¿Qué os parece? ¿También os gustan las mezclas?
Vía Bolaget |